jueves, 4 de marzo de 2010

El viaje - Capitulo 2

Los carteles de la ruta se sucedían uno tras otro y con el paso de cada uno, Michel recordaba que el viaje tenía un fin que se estaba aproximando. Con la respiración un tanto más acelerada que de costumbre, Michel dijo: " Te va a resultar extraño y puedes reirte si quieres, pero, en verdad, no se muy bien a que voy a Paris. Solo se que hay un impulso que me obligó a subirme a este omnibus. Es un poco extravagante, pero es así. Voy en busca de algo que no se que es o quizás estoy escapando de algo que tampoco soy capaz de reconocer".
Isabelle lo miró, deslizó una sonrisa comprensiva que transformó su rostro hinchado de lágrimas. "Seguramente encontrarás lo que te trajo aquí". Esas fueron las palabras de ella antes de volverse contra el vidrio y lentamente quedar dormida con la música de Alicia Keys acariciandole sus oidos.
Michel no podía dejar de mirarla, era el ser mas perfecto que jamas habia conocido. Cara angelical, cabellos suaves y brillantes, caderas y pechos ciertamente provocativos completaban el cuadro ante sus ojos.
Advirtió que su compañera de viaje se había adormecido. En ese contexto era inútil seguir pensando que hacer o que decir pensó Michel. Lentamente comenzó a sentir cierta pesadez en sus párpados hasta que no recordó nada más y se durmió.
Cuando despertó, su compañera ya no estaba y el omnibus estaba entrando en las darsenas de la estación de París-Gallieni.
Sobresaltado, alcanzó a ver que un sobre lo esperaba en el asiento que habia dejado vacío Isabelle.
No se atrevió mas que a mirarlo, temeroso de las noticias que pudiera transportar el papel en su interior. El frente del sobre tenia escrito su nombre con letras prolijamente dispuestas. Lo abrió, retiró el papel que yacia dentro, y leyó : "4502, avenue du Général-de-Gaulle.. Isabelle".
Se quedó unos instantes pensando, mientras, el guarda anunciaba el arribo al final del viaje.
Con una mezcla extraña de sensaciones, descendió del ómnibus, recogió su equipaje y buscó un banco para guarecerse de la lluvia tenue que cubría París.
No podía creer lo que había pasado: Habia conocido al ser mas maravilloso de la tierra y se habia quedado dormido !!!!!! Se maldijo en todos los idiomas que conocía y en los que no conocía tambien, odiaba que su mente retuviera en forma apenas aproximada, los sentimientos que lo habian habitado durante el viaje. De todo eso solo quedaba un papel y una dirección.

Continuará...

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